lunes, 22 de febrero de 2010

Recen por mí si quieren, pero por favor NUNCA ME LO DIGAN!

Recomiendo a todos el libro “The God Delusion” de Richard Dawkins, uno de los más reconocidos ateos de la actualidad. En el libro, Dawkins hace una invitación a tratar la hipótesis de Dios como tratamos cualquier otra hipótesis científica, pues Dios es en esencia una hipótesis acerca de la naturaleza del universo. Por ejemplo, un universo con un creador es diferente a un universo sin creador. La existencia de un Dios que oye oraciones y las atiende, hace milagros y repudia nuestras vidas sexuales es una propiedad del universo que, como la ley de la gravedad o la teoría de la relatividad, debería estar sujeta al escrutinio del método científico.
Lo cierto es que podemos poner a Dios a prueba paso a paso. Por ejemplo ¿qué podemos decir de la hipótesis cristiana (y de otras religiones) que afirma que Dios atiende a nuestras oraciones?

Esta hipótesis puede ser verificada empíricamente pues implica un cambio medible en las personas o cosas por las que se ha rezado. Podríamos conducir un experimento controlado orando por un grupo de tratamiento y dejando sin oraciones a un grupo de control seleccionados aleatroiamente para luego comparar los resultados. Ex ante, no sabemos cuál será el resultado, pero ¿se atrevería la iglesia a hacer el experimento y respaldar sus resultados sabiendo que, de obtener efectos positivos en el grupo de tratamiento, podrían presentar evidencia de que Dios atiende nuestras oraciones?

Como es de esperarse la iglesia ni se atreve ni se ha atrevido. La religión no es la mejor amiga de la evidencia y de la ciencia. Por fortuna para los curiosos y desgracia de la iglesia, alguien ya hizo un experimento similar. Demos gracias al señor que nuestra curiosidad podrá descansar tranquila y no tendremos que salir a experimentar nosotros mismos.

Como cuenta Dawkins en su libro, el físico Russell Stannard condujo un experimento casi de laboratorio financiado por la Templeton Foundation para evaluar la hipótesis de la interferencia divina. En el experimento se observaron 1802 pacientes que habían recibido recientemente cirugías de corazón y fueron asignados aleatoriamente a tres grupos: En el grupo A (tratamiento), se asignaron pacientes cuyos nombres fueron dados a congregaciones religiosas para que rezaran por su salud. Los pacientes de este grupo NO sabían que estaban rezando por ellos. En el grupo B (control), se asignaron pacientes cuyos nombres no fueron dados a congregaciones, y por lo tanto, no hubo oraciones externas por su bienestar. Estos pacientes no sabían si alguien estaba o no estaba rezando por ellos. En el grupo C (otro tratamiento), se asignaron pacientes cuyos nombres fueron dados a congregaciones religiosas para que rezaran por ellos, con la diferencia de que a estos pacientes se les informó que estaban rezando por ellos. El tiempo paso y los investigadores recolectaron estadísticas acerca de la recuperación de la cirugía en los 3 grupos.

Los resultados fueron increíbles: Rechazando la hipótesis de que Dios intercede ante nuestras oraciones, los investigadores encontraron que no había diferencias estadísticas significativas entre la tasa de recuperación o muerte de los pacientes en los grupos A y el grupo B. Por lo tanto, de nada sirve que recen por uno, por lo menos si uno no lo sabe. ¿Será que la clave para que Dios responda a nuestras oraciones radica entonces en que el beneficiario sepa que están rezando por él? Resulta que el experimento también mostró algo inimaginable: ¡los pacientes en el grupo C, aquellos por quienes rezaron y fueron informados de los esfuerzos de las congregaciones religiosas por salvarlos a punta de rezo, fueron quienes más se murieron!

Por eso, sea considerado, y si va a perder su tiempo rezando por mí, por favor NO ME LO DIGA!

*El estudio aparece referenciado en The God Delusion, página 87. Fue publicado en American Heart Journal, en abril del 2006.

1 comentario:

  1. No se porque dudo de la buena fe de Dawkins;digo en un libro promoviendo el ateismo el autor referencia el "estudio" de otro ateo activista (Stannard) que coincidencialmente tiene como 5 libros promoviendo el ateismo desde los 70's.
    Ademas, el sr ignoro este experimento de la American medical association con conclusiones opuestas
    http://archinte.ama-assn.org/cgi/content/abstract/159/19/2273

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